Pasta de Remolacha y Lavanda
Por Madame Papin
Que mejor que sacarnos la contractura y comer todos juntitos una rica y exótica pasta.
Claro una pasta casera amasada con nuestras manos, sin dar más vueltas, manos a las cacerolas.
En primer lugar hervimos la remolacha y la aplastamos con el pisa papa, ¿se dice así? Bueno ustedes entienden, ese utensilio que utilizamos para preparar el puré, un dato importante es el siguiente: tiene que quedar rústica no súper prolija ¿ok?
Sigamos, en un recipiente profundo tiramos: harina, los condimentos y por último en un vaso vamos rompiendo un huevo y lo tiramos, otro huevo y así hasta terminar. La proporción, dicen los que saben, es un huevo y 100 grs de harina por persona.
Amasamos, amasamos hasta obtener una masa lisa.
Dejemos que descanse mientras nosotros seguimos lavando la ropa que se amontono toda la semana jajajaja.
Ahora, si tenés las máquinas de pasta vas estirando tiras largas y no muy finas, esta pasta es como el amor de madre¿? Sí!!, y cortamos con cuchillo afilado como el desborde de madre jajajaj, en cintas de no menos de un centímetro y medio; hoy, todo grande!
Si no tenés la maquinola de pasta, lo hacés con el palo de amasar, y si tampoco tenés palo de amasar con una botella… por último si no tenés botella: andá a comer a un restaurante!!!
Ahora hacemos hervir agua, cuando está lista tiramos la pasta y controlamos como un soldado que no se nos pase!
Cuando la tenemos al dente, escurrimos, reservando una taza del agua de cocción y la mezclamos con toda absolutamente toda la manteca!, por último lluvia de flores de lavanda!
Un poco de queso groseramente rayado y…..
Tutti al tavolino!!!!!!!!!!!!!
Buen provecho
Madame Papín